lunes, 10 de junio de 2019

La Ira de Pieter Brueghel, un análisis iconográfico y simbólico de su obra

El artista Flamenco Pieter Brueghel “El Viejo” ofrece su visión del hombre, la miseria cotidiana, la locura y la enfermedad.  Lo hace de forma satírica representado en Siete Pecados Capitales; una serie de obras reflexivas sobre los males que suceden a aquellos que ignoran los principios de la sabiduría.  El lenguaje que nos muestra Brueghel en ellas está cercana a las obras de “El Bosco”, debido a su carácter grotesco, escatológico y fantasioso.

Si bien los Siete Pecados Capitales es una serie de dibujos (Uno por pecado) pasados a la técnica de grabado en madera, en el presente trabajo solo abordaremos su obra:  Anger (Ira) from The Seven Deadly Sins de Pieter Brueghel como creador del dibujo, Pieter van der Heyden como grabador y Hieronymus Cock como editor; con un análisis iconográfico, además de entender simbólicamente como era representado el pecado de la ira en aquella época.

Dando una pequeña reseña bibliográfica del artista, no conocemos la fecha exacta de su nacimiento, se estima debido a la fecha de su inscripción como maestro en el gremio de pintores de Amberes en 1551, que esta (su fecha de nacimiento) acontecería entre los años 1525-1532 (Medina, 2015).
          
Según Van Mander, sobre el aprendizaje de Brueghel, nos dice que fue pupilo de Pieter Coecke Van Aelst, aunque tampoco es una certeza, parece confirmarse por el matrimonio de Brueghel con la hija del pintor Mayken. Tras su inscripción en el gremio de pintores realizará un viaje por Francia e Italia –el viaje que todo artista debe hacer para su aprendizaje- que también menciona Van Mander (Bozal, 2010).

“A su regreso del viaje, hacia 1554 tras asentarse en Amberes, comienza a trabajar para el grabador y editor Hieronymus Cock en la que será su etapa más productiva como diseñador de estampas, que durará hasta 1561. Entre los más de cuarenta dibujos de esta etapa se incluye la serie de Los Siete Pecados Capitales, le permitirá mantenerse económicamente. A partir de 1562 sus encargos de pinturas son más numerosos, y por el contrario decaen sus dibujos para estampas” (Bozal, 2010).

Si en algo destaca Brueghel en sus grabados como en sus pinturas, podemos apreciar una diversidad de episodios y precisión de detalles [composiciones alegóricas moralizantes, adoptando el lenguaje fantástico de El Bosco],  afirma Roberts (Roberts, 1971).

“Tantos detalles son característicos de la tradición del arte flamenco, son algo importante para la sociedad de la época, pues en un momento en que los medios de difusión son escasos, son un modo de conocer el mundo. Ahora bien, esa capacidad de detallismo nunca llega a romper la unidad de la escena, que suele ir marcada por un punto de vista lejano permitiendo la conjunción entre las partes y el todo” (Medina, 2015).

Obra y ficha técnica (Art, 2019)




·      Título: Anger (Ira) from The Seven Deadly Sins
·      Creador: Pieter van der Heyden (Netherlandish, ca. 1525–1569)
·      Vínculo externo: See this object at www.metmuseum.org
·      Número de acceso: 28.4(31)
·      Medium: Engraving
·      Línea de crédito: Harris Brisbane Dick Fund, 1928
·      Dimensions: plate: 8 13/16 x 11 9/16 in. (22.4 x 29.4 cm) sheet: 10 1/4 x 13 1/4 in. (26.1 x 33.6 cm)
·      Date: 1558
·      Classification: Prints, Engraving
·      Artist Role: Artist, Publisher
·      Artist Details: After Pieter Bruegel the Elder (Netherlandish, Breda (?) ca. 1525–1569 Brussels), Hieronymus Cock (Netherlandish, Antwerp ca. 1510–1570 Antwerp)
          
Para realizar el análisis iconográfico de la obra, empezaremos con la alegoría que es representación simbólica de un concepto abstracto que se personifica (Esteban Lorente, 1990).
          
Según Esteban Lorente tales representaciones pueden ser las estaciones del año, los planetas, los dioses, etc. Esto procede directamente de la tradición greco-romana y será asumido posteriormente por la religión y cultura cristianas, que recompondrán y recopilarán estas alegorías en una serie de libros de gran éxito (Esteban Lorente, 1990).
         
Lo anterior enlaza con un elemento recurrente en la representación de alegorías: los animales reales o fantásticos como símbolo. Los animales serán, al igual que otros elementos de la naturaleza creada por Dios, lo material para representar la idea de carácter moralizante que se desea transmitir y la vía para conocer al Creador (Guglielmi, 1971).
          
En la obra en cuestión observaremos que aquellos animales reales y fantásticos, actúan alegóricamente como atributos del pecado, reflejos de comportamientos humanos o símbolos de alguna idea; a su vez, el lenguaje de los animales fue aplicado al tema abstracto de los vicios o pecados y que será incluido en la doctrina cristiana y representado frecuentemente (Medina, 2015).
          
Para representar la alegoría del pecado capital de la Ira pone como figura central a la mujer como personificación del vicio [de mismo modo lo hace para los seis pecados capitales restantes]; a su alrededor se disponen animales actuando como atributos, junto con una serie de alusiones al pecado en forma de monstruos, híbridos, gryllas y construcciones fantásticas. Su mensaje es moralizante y conlleva una mordaz sátira de todos los estamentos de la sociedad (Medina, 2015).

“Los dibujos/grabados de los Siete Pecados Capitales tienen la misma composición: una mujer en el centro de la escena personifica el vicio; cerca de ella uno o varios animales aparecen como atributo y símbolo de ese pecado. Alrededor de estos aparece un mundo destruido por el pecado, construcciones con caras humanas, monstruos, híbridos y gryllas” (Orenstein, 2001).

         
La figura central de este pecado no ha sido interpretada de la misma forma en todos los estudios. Unos exponen que la personificación del pecado es la mujer gigante con el cuchillo en la boca (Charles & Tanto Michel, 2012).
          
Mientras otros piensan que es la mujer del primer plano con armadura y yelmo, que lleva en sus manos una espada y una antorcha (Brown, 1975).
          
Atendiendo a los demás grabados la figura principal suele estar en primer plano, cercano a ella está el animal que simboliza la falta. En este caso el oso representa la Ira y está mordiendo la pierna de un personaje. Otro animal que puede representar la Ira es la loba, que muerde a un demonio que a la vez le clava un cuchillo. Los pájaros aparecen volando inquietos o peleando entre ellos. En primera línea dos soldados usan un gran puñal contra personas desnudas; una logra escapar, pero un monstruo le ataca con una maza. Este es el mensaje implícito, nadie se libra del castigo (Medina, 2015).
          
Los bestiarios medievales son una alegorización doctrinal cristiana de una serie de descripciones, especialmente zoológicas, que proceden de la antigüedad greco-latina. En los siglos XII y XIII serán decisivos en la plástica cristiana pues mediante el simbolismo y la utilización del monstruo servirán para ejemplificar lo malo -el pecado- o lo bueno -la virtud- reflejados en los animales (García Arranz, 1997).
          
Podemos concluir que la obra: Ira de Brueghel está representando un mundo violento y lo expresa en toda su composición en un lenguaje con energía perversa mediante la sátira, lo grotesco, lo fantasioso, y otros elementos como los monstruos híbridos, bestiarios medievales, animales exaltados, gryllas, seres humanos mutilados y a la mujer personificando al vicio; podemos observar que es un mundo lleno de detalles que componen una alegoría del tema, símbolos y detalles que son tradicionales en el arte flamenco y que son utilizados como medio de difusión y concepción de su realidad, aparentemente una época de crisis de creencias y el cristianismo; trata de representar como la humanidad está dominada por el diablo, que dicho personaje pueden ser los intereses políticos y económicos por los que está cruzando la sociedad en esa época.




Bibliografía
Art, M. M. (01 de 01 de 2019). www.metmuseum.org. Obtenido de https://www.metmuseum.org/art/collection/search/383073
Bozal, V. (2010). Pieter Brueghel. Triunfos, muerte y vida. Madrid: Abada.
Brown, C. (1975). Bruegel: paintings, drawings and prints. London: Phaidon.
Charles, V., & Tanto Michel, E. (2012). The Brueghels. New York: Parkson.
Esteban Lorente, J. (1990). Tratado de iconografía. Madrid: Istmo.
García Arranz, J. (1997). Texto clásico e imagen medieval: una aproximación a la incidencia de la literatura antigua en el bestiario ilustrado. Coruña: Norba-Arte.
Guglielmi, N. (1971). El fisiólogo. Bestiario Medieval. Buenos Aires: Editorial Universitaria.
Medina, M. R. (2015). La serie de los siete pecados capitales de Brueghel el viejo. Revista Cultura Simbólica. Estudios, 63-82.
Orenstein, N. (2001). Pieter Brueghel the Elder: drawings and prints. New York: Metropolitan Museum.
Roberts, K. (1971). Bruegel. London: Phaidon.

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